¿Cuándo operarse de catarata?

Catarata es la pérdida de transparencia del cristalino. El cristalino es una lente transparente que está situada delante de la retina y tiene como función enfocar los rayos de luz que llegan al ojo desde los objetos visualizados. Cuando el cristalino se opaca, disminuye la visión. A esta patología se la conoce como “catarata” y el único tratamiento eficaz para solucionarla es la extracción del cristalino y la implantación, en su lugar, de una lente intraocular.

La decisión de operarse depende pura y exclusivamente de usted. La cirugía de catarata no es una operación de emergencia, salvo raras excepciones, como por ejemplo, cuando la catarata está demasiado evolucionada y comienza a irritar al ojo. El factor más importante para determinar cuál es el momento indicado para someterse a la operación es el grado de insatisfacción visual que usted tenga. El criterio de esperar a que la catarata esté madura no se aplica desde hace unos años. Los expertos recomiendan operar la catarata antes que su visión disminuya demasiado. El implante puede realizarse en ambos ojos.

El único tratamiento eficaz para solucionar el problema de la catarata es la extracción del cristalino y la implantación de una lente intraocular. La intervención quirúrgica se realiza mediante una técnica llamada facoemulsificación, que consiste en la extracción de la catarata a través de una pequeña incisión de aproximadamente 3mm, mediante ultrasonido. Esta técnica permite el implante de una lente intraocular, sin ser necesaria la sutura. Es una intervención breve en la que se utiliza anestesia tópica (con gotas); es ambulatoria y conlleva una rápida recuperación.

Durante la operación, sentirá un leve tacto alrededor de su ojo (párpados, frente y nariz) y percibirá que el doctor trabaja en dicha zona, pero no tendrá absolutamente ningún dolor. Usted no verá la operación con su otro ojo, dado que tendrá la cara cubierta por un paño llamado
“campo quirúrgico”. Se le suministrará oxígeno para asegurarle la normal circulación del aire, evitando así una potencial sensación de claustrofobia. Es posible que observe una luz brillante al comienzo de la cirugía, pero esa sensación irá disminuyendo progresivamente.

Hasta hace poco tiempo, pasados los cuarenta años de edad, la visión era sinónimo de dependencia de anteojos. Hoy una escala variada de dioptras en una misma lente permite que el paciente vea con claridad de cerca, medio y lejos. Esto significa poder ver un paisaje, manejar, hacer deporte, leer o trabajar con la computadora sin la necesidad de usar anteojos. Pero la colocación de estas lentes requiere que el ojo tenga características físicas determinadas, dado que no todos los pacientes son candidatos para este tipo de lente intraocular.
La consulta con el oftalmólogo es de suma importancia a la hora de evaluar la posible colocación de las lentes multifocales.

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