LA EPIDEMIA DE LA SOLEDAD

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la soledad como la insatisfacción con el número y calidad de las relaciones sociales. No es lo mismo estar solo que sentirse solo.

En la Argentina, hay 6.000.000 de personas mayores de 60 años, y un 20% de ellas (1.200.000) viven solas. De ese grupo, el 21,8% (unas 260.000) manifestaron sentirse solas, según consigna el Barómetro de la Deuda Social con las Personas Mayores, en un informe de 2016 que analiza si vivir solo es un factor de riesgo para la integración social. La conclusión es que los mayores que viven solos carecen, más que el resto, de las relaciones sociales necesarias para una buena vejez. En Buenos Aires, plantea el informe, se estaría dando el mismo proceso que ocurre en las sociedades europeas: el paradigma de la transición demográfica, donde la industrialización, la urbanización y el envejecimiento poblacional crearon un contexto para el aumento de los hogares unipersonales de personas mayores.

“La soledad es una condición en la que una persona se percibe a sí misma como aislada socialmente, incluso cuando está entre otros. El cerebro responde entonces con un mecanismo de autopreservación. Las personas solitarias y aisladas se enferman más y viven menos. La soledad tiene un impacto nocivo en la calidad del sueño, agudiza los síntomas depresivos y también aumentan los niveles de la hormona vinculada con el estrés, el cortisol”, explicó Facundo Manes, el neurocientífico y presidente de la Fundación Ineco.

“La soledad puede afectar a cualquiera, sin importar su edad. Y es importante destacar que no se trata de una consecuencia natural al envejecer. Sin embargo, hay personas que corren más riesgo, como los ancianos viudos que viven solos y en mal estado de salud”, dijo Caroline Abrahams, directora de Age UK, una de las instituciones que formaron parte del comité que elaboró el informe en Gran Bretaña (VER NOTA COMPLETA EN EL LINK QUE SE ENCUENTRA AL FINAL DE ESTA NOTA). Destacó también que la soledad crónica no solo es terrible por lo que se experimenta a diario, sino que tiene un impacto devastador en la salud física y mental de la persona.

Actividades para la tercera edad, una forma posible de integración

Cursos de capacitación en tecnología. Talleres que promocionan hábitos saludables. Actividades intergeneracionales. Lectura de textos literarios. Partidas de ajedrez al aire libre. Voluntariado. Centros de día. En sintonía con otras capitales del mundo, la ciudad de Buenos Aires, a través de la Secretaría de Integración Social para las Personas Mayores, busca estimular la participación activa del adulto mayor a través de distintas actividades.

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https://www.lanacion.com.ar/2150308-la-estrategia-de-gran-bretana-y-otros-paises-para-vencer-la-epidemia-de-la-soledad

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