Cómo ser un padre comprensivo

padre comprensivo

Importante: todas las sugerencias que te presentamos en este blog son a modo referencial. SIEMPRE TE SUGERIMOS RECIBIR CONSEJO PROFESIONAL.

Aceptá que tus hijos no son vos. Si bien podés querer que tus hijos continúen con el negocio familiar, que asistan a tu alma mater o que sean estrellas del fútbol escolar como lo fuiste vos, debés aceptar el hecho de que tienen sus propias necesidades y deseos, y que podrían no ser los mismos que los tuyos. Es posible que creas que tu método es el único camino a la felicidad, pero para ser un buen padre, debés aceptar que tus hijos pueden tener una idea diferente de cómo vivir sus vidas.

  • Aunque podrías pensar que hacés tu mejor esfuerzo al decirles a tus hijos lo que deben hacer o cómo deben vivir sus vidas, en realidad dañás su independencia al tratar de controlarlos.
  • Toma tiempo aceptar los deseos de tus hijos. Si no entendés de inmediato la razón por la que tu hijo quiere ser un artista cuando vos sos un doctor, pedile que te lo explique y tomate el tiempo para escuchar y comprender.
  • Si tratás de controlar demasiado a tus hijos, se resentirán contigo y dejarán de ser honestos.
  • Dejá que tus hijos tomen sus propias decisiones al permitirles ser independientes y de mente abierta. Es posible que quieras que jueguen al fútbol, pero inscribilos en una serie de actividades y dejá que sean ellos quienes decidan lo que más les gusta.

Aceptá los errores de tus hijos. Si querés ser un padre comprensivo, debés aceptar que, al igual que vos, tus hijos no son perfectos y que cometerán errores. La vida está llena de errores que les ayudan a aprender y debés aceptar que muchas lecciones son necesarias (ya sea que tu hijo se vea envuelto en un accidente automovilístico menor, repruebe un examen debido a que no estudió o que salga con la chica equivocada cuando debe conocer a una mejor.

Sé consciente de los momentos en los que tu hijo atraviesa por dificultades. Si querés ser un buen padre, debés ser consciente de los momentos en los que tus hijos atraviesan por un momento particularmente difícil y ser atento con sus necesidades. Quizás a tu pequeño hijo le cuesta mudarse a una ciudad nueva y no tiene ningún amigo o tal vez tu hija atraviese por su primera ruptura amorosa y se encuentre emocionalmente destrozada.

No tengas expectativas irracionales de tus hijos. La vida de un niño puede estar llena de presiones, ya sea de los hermanos o compañeros de la escuela hasta de los maestros o entrenadores. Ayudá a tus hijos a entender sus deseos, y a evaluar sus capacidades y limitaciones. Ayúdalos a fijarse metas y alentalos a desarrollar todo su potencial pero evitá vivir indirectamente a través de ellos esperando que logren lo mismo que vos o las cosas que no pudiste hacer.

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