MANOREXIA: LOS TRASTORNOS ALIMENTICIOS NO TIENEN GÉNERO

Por mucho tiempo, y erróneamente, los trastornos alimenticios han sido catalogados como un padecimiento exclusivo del género femenino. De hecho, un estudio de las universidades de Oxford y Glasgow concluyó que los hombres que sufren trastornos alimenticios tardan más tiempo en recibir un diagnóstico porque la anorexia masculina, también llamada manorexia, es una enfermedad oculta que se camufla.

Aunque sigue siendo “raro”, cada día son más los centros médicos y educativos que se están focalizando en informar acerca de la manorexia, un mal silencioso que afecta con el mismo peligro la salud de los hombres.

Principales causas

Hay causas sociológicas, muy vinculadas a los nuevos modelos del hombre “perfecto” que se han ido forjando en los medios de comunicación y en la sociedad: tipos muy masculinos, como sinónimo de éxito en todos los órdenes de la vida y un ideal de belleza centrado exclusivamente en los cuidados físicos.

Por otra parte, existen otra serie de factores psicosociales que pueden ser desencadenantes de la manorexia, como la obesidad de los padres, un acontecimiento traumático (muerte o enfermedad de un ser querido), el fracaso escolar, la separación o el abandono parental.

Síntomas de la manorexia

Las personas con manorexia suelen rechazar la idea de mantener un peso por encima de lo que es adecuado para su edad y talla. Además, tienen una necesidad repentina de ingerir menos alimentos de los requeridos. Otros síntomas propios de la manorexia son:

• Percepción distorsionada del propio cuerpo y del peso.
• Preocupación excesiva por las calorías ingeridas y por la forma de preparar los alimentos.
• Miedo intenso a subir de peso.
• Vómitos, nauseas y sensación de fatiga.
• Uso de trampas y engaños para evitar ingerir alimentos.
• Ansiedad, hipotermia y/o hiperactividad.

Ahora ya sabes, los trastornos de la alimentación no distinguen sexo, edad ni rango social.

Fuentes consultadas: psicologia-online.com / Elcomercio.com