¿CÓMO SE PREVIENE LA HEPATITIS?

La hepatitis es la inflamación e hinchazón del hígado. Este órgano se encuentra en la parte superior derecha del abdomen y, aunque no solemos prestarle demasiada atención, cumple funciones esenciales para el buen funcionamiento de nuestro sistema digestivo. Almacena nutrientes, elimina sustancias tóxicas y sintetiza enzimas, proteínas y glucosa.

Existen varios factores que causan hepatitis:

  • Células inmunitarias en el cuerpo que atacan el hígado.
  • Infecciones por virus, bacterias o parásitos.
  • Daño del hígado por alcohol u otras sustancias (venenos).
  • Medicinas, como una sobredosis de paracetamol.
  • Hígado graso.

Los síntomas de la hepatitis incluyen:

  • Dolor o hinchazón en la zona abdominal.
  • Orina turbia y deposiciones de color arcilla o pálidas.
  • Febrícula (fiebre prolongada, moderada, casi siempre vespertina, de origen infeccioso o nervioso.).
  • Picazón.
  • Ictericia (coloración amarillenta de la piel o los ojos).
  • Falta de apetito.
  • Náuseas y vómitos.
  • Pérdida de peso.

Existen cinco tipos de hepatitis, causados por diferentes virus:

Hepatitis A: También denominada hepatitis infecciosa. Es producida por el virus de la hepatitis A (VHA). Su transmisión se produce al consumir agua o alimentos contaminados por materias fecales que contienen el virus, y también por contagio de persona a persona cuando las condiciones higiénicas son deficientes.

Suele ser leve, especialmente cuando ocurre en niños. En numerosas ocasiones no se perciben síntomas importantes, por lo que la enfermedad no llega a ser diagnosticada. Cuando presenta síntomas, estos consisten en cansancio, ictericia, falta de apetito, náuseas y vómitos, y orina de color oscuro amarronado. Los síntomas suelen ser más graves en adultos que en niños. La afección no daña al hígado de forma permanente, aunque en raras ocasiones puede derivar en una hepatitis fulminante.

Hepatitis B: También llamada hepatitis sérica. Es producida por el virus de la hepatitis B (VHB). El contagio se produce a través de fluidos corporales infectados, como la sangre, el semen, las secreciones vaginales, la saliva, las lágrimas y la orina. La transmisión suele producirse:

  • Al compartir jeringas contaminadas con la sangre de una persona infectada durante el consumo de algún tipo de droga.
  • Por contacto con material infectado como agujas de acupuntura, tatuajes, piercings, etc.
  • Al compartir utensilios de higiene personal, como maquinillas de afeitar o cepillos de dientes.
  • Al mantener relaciones sexuales con una persona infectada por el virus.
  • Al recibir una transfusión de sangre contaminada.
  • La madre puede contagiar al bebé durante el parto o la lactancia.

La hepatitis B suele agravarse con facilidad, aunque algunos pacientes se curan por completo y se vuelven inmunes al virus. Se pueden diferenciar dos tipos de evolución en el curso crónico de la enfermedad: crónica estable y crónica persistente o activa. Esta última tiene peor pronóstico y normalmente desemboca en cirrosis (enfermedad crónica e irreversible del hígado).

Hepatitis C: Es causada  por el virus de la hepatitis C y, en general, se transmite por contacto directo con la sangre de una persona infectada, aunque también se contagia por vía sexual. Sus principales formas de transmisión suelen ser:

  • Agujas o jeringas infectadas.
  • Transfusiones sanguíneas.
  • Hemodiálisis.
  • Mediante material infectado: sanitario, material para tatuajes, piercings, etc.
  • Durante el parto; transmisión madre-hijo. Al igual que la hepatitis B, esta enfermedad tiene un curso agudo (cuando dura menos de seis meses) y un curso crónico, este último suele desarrollarse con mayor frecuencia (85% de los casos). En la mayoría de las ocasiones, el paciente no presenta síntomas, aunque la enfermedad puede progresar lentamente, por lo que existe riesgo de cirrosis y cáncer hepático.

Hepatitis D: Es la forma de hepatitis más grave. El virus de la hepatitis D (VHD), también llamado hepatitis delta, se transmite por las mismas vías que el virus de la hepatitis B. Por eso, cuando alguien está infectado por el VHD también está infectado con toda seguridad por el VHB. Se estima que el 5% de los pacientes con hepatitis B están coinfectados por el virus de la hepatitis D.

Cuando se produce la infección simultánea por VHB y VHD, el paciente sufre síntomas agudos (ictericia, fiebre, malestar general, etc.), que pueden  ser muy graves. Si supera la fase aguda, lo más probable es que consiga controlar ambas infecciones y, por lo tanto, cure las dos enfermedades. En caso de que el VHD infecte a una persona que ya tiene la infección por el VHB, la evolución es diferente. No suele existir un cuadro con síntomas agudos graves, pero la infección por el VHD tiende a agravarse. La coinfección por VHB y VHD adquirida de esta manera desemboca muchas veces en una cirrosis hepática, y se asocia a un alto riesgo de cáncer de hígado.

Hepatitis E: Al igual que la hepatitis A, suele transmitirse por el consumo de agua o alimentos contaminados. La mayor parte de las infecciones por el virus de la hepatitis E son asintomáticas y se resuelven en 4 a 6 semanas. Sin embargo, en algunos casos se presentan como hepatitis fulminante (insuficiencia hepática aguda), que puede conducir a la muerte. Este tipo suele generar epidemias en los países subdesarrollados y cada vez es una causa de enfermedad más importante en los países desarrollados.

Para prevenir las hepatitis A, B, D y E existen vacunas seguras y efectivas. La única contra la cual no existe una vacuna es la hepatitis C. Sin embargo, las vacunas no son el único método preventivo. Para reducir el riesgo de contraer hepatitis A, se recomienda mantener una buena higiene de las manos luego de usar el baño y al entrar en contacto con fluidos de personas infectadas, y evitar los alimentos y el agua que no estén limpios. Para evitar la propagación de las hepatitis B y C no se debe compartir artículos personales, como cepillos de dientes o agujas. Además, se recomienda limpiar los derrames de sangre con una solución que contenga una parte de blanqueador por 9 partes de agua, y evitar hacerse tatuajes o perforaciones en el cuerpo con instrumentos que no hayan sido esterilizados apropiadamente.

¿Querés saber más sobre la hepatitis? Contactate con la Fundación HCV Sin Fronteras, que busca mejorar la salud y la calidad de vida de las personas con enfermedades crónicas. Escribiles a info@hcvsinfronteras.org.ar o llamalos al 02254-403750.

 

Fuente: medlineplus.gov

Fuente: www.webconsultas.com

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