El café es una de las bebidas más consumidas en el mundo. Sin embargo, a lo largo del tiempo, han surgido muchos mitos sobre sus efectos en la salud. Algunos lo catalogan como un villano, mientras que otros lo ven como un aliado para mantenerse alerta y con energía.
En esta nota, te contamos algunos de los mitos más comunes sobre el café y cómo afectan (o no) a tu bienestar.
Mitos sobre el café y su impacto en el cuerpo
Mito 1: causa deshidratación
Si bien es cierto que la cafeína puede aumentar la producción de orina, el efecto no es lo suficientemente fuerte como para causar deshidratación, sobre todo si se consume con moderación. De hecho, el café contribuye a la ingesta diaria de líquidos.
Mito 2: aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas
Varios estudios han comprobado que un consumo moderado de café (no más de 3 tazas pequeñas al día) no sólo no incrementa el riesgo de enfermedades del corazón, sino que puede tener un efecto protector debido a los antioxidantes presentes en esta bebida. Sin embargo, las personas con hipertensión deben consumirlo con cautela y siempre consultar con su médico.
Mito 3: El café provoca insomnio
La cafeína puede interferir con el sueño si se consume en exceso o en horas cercanas a la noche, pero no es un causante directo de insomnio en la mayoría de las personas. El tiempo de eliminación de la cafeína varía según cada organismo, por lo que algunas personas pueden tomar café por la tarde sin problemas, mientras que otras deben evitarlo después del mediodía.
Mito 4: afecta la absorción de calcio
Estudios científicos indican que el impacto es mínimo, especialmente si se tiene una dieta equilibrada rica en calcio. Consumir más de cuatro tazas al día podría tener un pequeño efecto, pero no lo suficiente como para causar osteoporosis en personas sanas.
Mito 5: El café es adictivo
Si bien el café puede generar una leve dependencia debido a la cafeína, no se considera adictivo en el mismo nivel que otras sustancias. Las personas pueden experimentar síntomas leves de abstinencia, como dolores de cabeza o irritabilidad, si dejan de tomarlo de repente, pero estos síntomas suelen durar poco y no representan un problema serio para la mayoría de los consumidores.
Como todo en la vida, el café no es ni tan malo ni tan milagroso siempre que se consuma con moderación. Si bien es cierto que tiene algunos efectos sobre el cuerpo, muchos de los miedos que existen a su alrededor son infundados o exagerados.
De todas formas, siempre es recomendable consultar a un profesional de la salud ante cualquier duda sobre cómo el café puede afectar a tu bienestar.
Fuentes de información: American Heart Association, Harvard T.H. Chan School of Public Health y Clínica Mayo