Prevención del cáncer de próstata

Uno de cada diez hombres padece de cáncer de próstata, pero con un control periódico y un pronto diagnóstico se pueden obtener tratamientos y resultados muy alentadores.

El cáncer de próstata es el segundo cáncer más frecuente en hombres y afecta a 1.3 millones de personas en el mundo. Sin embargo, es una patología totalmente prevenible si se adoptaran hábitos tan sencillos como controles anuales, tal y como hacen las mujeres con su salud ginecológica.

 “Los hombres modernos tenemos que entender que debemos ir al urólogo de la misma manera en que las mujeres acuden al ginecólogo, es algo sencillo”, afirmó en una nota del Diario La Nación el Dr. Gonzalo Vitagliano, jefe de Oncología y de la sección de Urolaparoscopia del Hospital Alemán de Buenos Aires.

Cómo prevenir el cáncer de próstata

Lo primero que debemos decir es que no hay que esperar a sentir algún síntoma para ir a controlarse. Tampoco hay que conformarse con un chequeo clínico general, porque hay pacientes que se quedan con un diagnóstico a medias, y suelen consultar con un urólogo cuando el problema ya está avanzado.

Si nunca te hiciste un control urológico y no se registran antecedentes de ningún tipo de cáncer en la familia, deberías hacerte un primer estudio a los 50 años. Si el paciente tiene antecedentes familiares de enfermedad oncológica urológica o ginecológica, se sugiere comenzar con el control a partir de los 45 años. Y aún hay más: si un familiar directo tuvo cáncer de próstata de joven se recomienda realizar la primera consulta a los 40 años.

El estudio inicial es super sencillo e incluye una ecografía de riñón, vejiga y próstata, y una prueba de antígeno prostático, el famoso PSA. A partir de esos resultados, el médico realizará los demás estudios que considere necesarios según el caso.

Detección temprana: la clave

No hay nada más importante que detectar los tumores durante lo que llaman las etapas curativas. De hecho, los tumores prostáticos pueden ser curados si se detectan en estas primeras instancias.

La tecnología disponible hace, además, que la detección sea cada vez más fácil y efectiva. La resonancia magnética nuclear de próstata y de los biomarcadores han permitido no solo determinar la presencia del tumor en su fase inicial, sino también pronosticar la agresividad de este mediante huellas genéticas.

En definitiva, hay que cambiar el chip y adoptar las costumbres que ya han aceptado las mujeres desde hace muchos años. En vez de esperar a que aparezca el problema, podemos anticiparlo y prevenirlo con un simple control. Por eso la consulta temprana con el urólogo resulta fundamental.

Fuente consultada: Diario La Nación