En el Mes Mundial contra la Diabetes, es importante recordar que la detección temprana de esta enfermedad es clave para prevenir complicaciones graves. Una de las formas de detectar la diabetes es mediante la medición de la resistencia a la insulina.
¿Qué es la resistencia a la insulina?
La insulina es una hormona producida por el páncreas que permite que las células absorban la glucosa (azúcar) de la sangre para obtener energía. La resistencia a la insulina ocurre cuando las células no responden bien a ella y no pueden absorber la glucosa de manera eficiente.
La resistencia a la insulina es un factor de riesgo importante para la diabetes tipo 2. Cuando las células no pueden absorber la glucosa de manera eficiente, el nivel de azúcar en la sangre aumenta. Con el tiempo, esto puede provocar daños en los órganos y tejidos, lo que puede conducir a complicaciones graves de la diabetes, como enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, ceguera y enfermedad renal.
En la diabetes tipo 1 es diferente, porque esta es causada por una reacción autoinmunitaria (es decir que el cuerpo se “ataca a sí mismo” por error). Las personas con diabetes tipo 1 no producen suficiente insulina y necesitan tomarla para sobrevivir, lo que se conoce como insulino-dependencia.
¿Cómo saber si sos resistente a la insulina?
No hay una prueba única que lo indique, pero si al hacerte un análisis de sangre los resultados arrojan niveles altos de glucosa, niveles altos de triglicéridos (una especie de grasa en la sangre), niveles altos de colesterol LBD (al que se le dice colesterol “malo”) y niveles bajos de colesterol LAD (colesterol “bueno”), puede que tu médico encuentre indicadores compatibles con la resistencia a la insulina.
Por último, para prevenir la diabetes tipo 2 es recomendable siempre mantener un peso saludable, realizar actividad física regular, seguir una dieta equilibrada y dejar de fumar en caso de hacerlo. Y por supuesto, ante cualquier síntoma o duda consultar con un profesional.