¿Sirven los solares del año pasado?

El verano está a la vuelta de la esquina y es hora de empezar a preparar la piel para el sol. Pero antes de sacar el protector solar del año pasado, es importante saber si aún es efectivo.

¿Sirven los solares del año pasado?

La respuesta es NO, porque los protectores solares caducan. La mayoría de los protectores solares tienen una fecha de vencimiento que se encuentra en el envase. Esta fecha indica la fecha en la que el fabricante garantiza que el producto mantiene su eficacia. 

Además, suelen tener una segunda indicación conocida como “símbolo PAO” que nos advierte sobre la vida útil del producto desde el momento en que lo abrimos. Esto quiere decir que , por ejemplo, si el símbolo PAO dice 12M significa que la vida útil de ese producto es de 12 meses desde el momento en el que se abrió.  

Conocé más de este símbolo en esta nota de nuestro blog.

¿Qué pasa si uso un protector solar vencido?

Un solar caducado puede no ser tan eficaz para proteger la piel del sol. Esto significa que estás exponiendo a tu piel a un mayor riesgo de sufrir quemaduras solares, envejecimiento prematuro y/o cáncer de piel.

Además de la fecha de caducidad, hay algunos signos que pueden indicar que un protector solar esté vencido, entre ellos: 

• Cambio de color, olor o textura.
• Consistencia grumosa o líquida.
• Presencia de hongos o bacterias.

Consejos para proteger la piel del sol

Además de usar un protector solar con un factor de protección solar (FPS) de al menos 30, es importante seguir estos consejos para proteger la piel del sol:

• Evitar exponerte al sol entre las 10:00 y las 16:00 horas, que es cuando la radiación solar es más intensa.
• Usar ropa que ayude a protegerte de los rayos del sol, como gorra o sombrero, gafas de sol y ropa clara y de manga larga cuando sea posible
• Siempre que puedas, caminá por la sombra y evitá el contacto directo con los rayos UV. 
• Aplicá el protector solar generosamente y repasalo cada dos horas, o con más frecuencia si sudas o te mojas. 
• Hidratate bien y consumí alimentos frescos y livianos, como ensaladas, frutas o colaciones a base de frutos secos o cereales.