Cómo leer correctamente las etiquetas de los alimentos

Cómo leer correctamente las etiquetas de los alimentos

Hoy es fundamental tener consciencia sobre la composición de los alimentos y sus efectos en nuestra salud.  Existen factores de riesgo que hacen que enfermedades como el cáncer, la diabetes, las enfermedades crónicas respiratorias y las cardiovasculares empeoren y se desarrollen de una manera más profunda.

En todas ellas se encuentra ligada la alimentación, que es posible de mejorar para reducir los factores de riesgo.

¿Qué estamos comiendo?

Para saberlo, te contamos los significados de los nombres de los principales ingredientes que suelen contener los productos alimenticios.

Azúcares:

  • Sacarina de sodio: de los menos recomendados y más dulce que el azúcar.
  • Sacarosa, Maltosa y Glucosa: endulzantes similares a la azúcar blanca.
  • Jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF): azúcar de bajo costo (a base de maíz, que suele ser transgénico) usado mucho en productos para niños/as. Se agrega como líquido a la fabricación reemplazando la disolución de los cristales del azúcar.

Espesantes:

  • Almidón modificado (harina refinada, aporta textura) y Dextrina.

Aceites:

  • Aceites ovinos, bovinos, vegetales hidrogenados, manteca, margarina: figuran como grasas trans. De mala calidad nutricional y de origen animal y vegetal. Asociados a enfermedades cardiovasculares, entre otras.

Químicos:

  • Aspartamo: de los mas mencionados. Su presencia se justifica por estar en un porcentaje pequeño.
  • Ciclamato de sodio: en Estados Unidos ya se ha prohibido. Además se usa en gaseosas, yogures y dentífricos. Usado como conservante, mejora la textura, el sabor y en combinación con otros químicos, genera una mezcla “más dulce y rica”, de características adictivas. Sin embargo, tiene efectos en su consumo: distensión abdominal, gases y diarrea. También la sobrecarga de fructosa en el hígado aumenta las grasas
  • Glutamato de sodio: potencialmente tóxico. Realza el sabor. Un consumo habitual y constante puede desencadenar afecciones en la salud.
  • Cloruro de sodio: puede estar “enmascarado” integrando los aditivos. Y puede aparecer en el rótulo su nombre completo o su INS (Sistema Internacional de Numeración).
  • Tartrazina: colorante sintético, color amarillo intenso y naranja, usado en jugos. Es un derivado del petróleo. Se asocia su consumo a la hiperactividad infantil.
  • Espesantes modificados: se agrega a los yogures para que no se separe el suero. El más habitual es la gelatina, pero también algunos tienen almidones modificados (figuran como INS)
  • Sorbato de potasio y propionato de calcio: conservantes anti hongos para extender la duración en góndola.
  • “Mejoradores” fosfato monocálcico 341i y Acido ascórbico 300: ayudan en la fabricación del pan, y similares, aumentando su volumen.
  • Emulsionantes Mono y di glicéridos 471 y 472 esteres de mano y diglicéridos: evitan que el pan se ponga duro.
  • Ácido cítrico 330: regulador de la acidez.
  • Goma xántica: se encuentran en los aderezos, para que no se separe la emulsión. Aporta viscosidad para usar menor cantidad de aceite.
  • Sulfito: antioxidante que evita el oscurecimiento del producto. Se debe declararlo luego de los ingredientes y en mayúsculas, ya que no es recomendado para personas sensibles a este componente.

Ley de Etiquetado Frontal en Argentina

En octubre de 2020 el Senado dio la media sanción a la Ley de Promoción de Alimentación Saludable, denominada Ley de Etiquetado Frontal.

Intenta resolver varios problemas, entre ellos:

  • Regular como se publicitan y patrocinan los productos, desde la prohibición de incluir personajes infantiles para llegar a los niños/as y la posibilidad de participación en concursos, juegos o eventos.
  • Ninguna bebida o alimento con al menos exceso de sodio, azúcares, grasas totales (y saturadas) y calorías, dirigida a niños/as y adolescentes, podrá ser publicitada o comercializada en institutos educativos.
  • Postula la generación de entornos saludables. Un ejemplo es en kioscos dentro de las escuelas, que no ingresen productos con exceso de ingredientes químicos.
  • Colocar etiquetas negras en forma de octógonos en el frente de los envases, con letras blancas que adviertan sobre excesos de azúcares, sodio, grasas o calorías.

Hoy en día los ingredientes figuran en un tamaño casi imposible de leer, y en una terminología totalmente inentendible.

Así es difícil saber que estamos comiendo. Y en general, son variables más baratas al azúcar, de peor calidad, en cantidades que excesivas y con exceso de sodio, una combinación de productos químicos y algunos incorporados bajo nombres “encubiertos”.

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