Numerosos estudios han analizado en profundidad los motivos principales por los que muchas personas sienten rechazo a la actividad física. Se han determinado dos factores principales: motivos biológicos y psicológicos.
Causas biológicas
Es un enfoque más bien evolutivo, relacionado con nuestra biología y con los antepasados. Muchos estudios coinciden en que nuestros ancestros eran muy propensos al ahorro de energía y al descanso. Esto con el fin de poder luego afrontar duras jornadas de caza o largos viajes a pie en busca de comida o refugio.
Estas investigaciones asocian esa dificultad de mantener un entrenamiento sostenido a estos instintos heredados que nos empujan al reposo y al sedentarismo.
Causas psicológicas
Por otro lado, muchos estudios adjudican la falta de voluntad a razones más psicológicas. Y esto está directamente vinculado a que son actividades que, por lo general, nos sacan de nuestra zona de confort.
Transpirar, pasar mucho frio o mucho calor, los dolores musculares… son algunas de las sensaciones que experimenta nuestro cuerpo ante la actividad física. Son, a su vez, elementos que confrontan continuamente con la mente y la voluntad de las personas.
Otros motivos que explican esta dificultad
Muchas veces nos cuesta hacer actividad física simplemente por una cuestión de tiempo, de contexto o de hábitos que no tenemos incorporados. Estas son algunas otras barreras que se pueden derribar para que surjan esas ganas de activar:
- Motivación: es clave que haya “algo” que nos mueva a hacer deporte. Puede ser un objetivo muy chiquito, como simplemente sentirnos mejor con nosotros mismos, o pensar por un rato en otra cosa. Sin una motivación es muy difícil arrancar.
- Ejemplos: si a nuestro alrededor no tenemos personas que practiquen algún deporte o hagan ejercicio físico frecuentemente, nos va a costar más. No por nada, muchas personas van al gimnasio de a dos. Tener alguien cerca como ejemplo nos ayuda a combatir la pereza y dar el salto.
- Ansiedad: no busques resultados YA, porque la frustración será muy grande. Practicar deporte requiere sacrificio, tiempo y constancia. Y con esa mentalidad debes encarar cada entrenamiento, sino será difícil sostenerse.
En definitiva, todo está en la actitud y mentalidad con la que enfrentes este desafío. Basta de excusas: querer es poder.
Fuentes consultadas: Canal Salud IMQ y BBC