Síndrome Urémico Hemolítico: Prevenir es mejor que curar

El Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) se contrae, en la mayoría de los casos, por el consumo de carne mal cocida portadora de la bacteria Escherichia Coli. Afecta principalmente a los niños entre 6 y 5 años de edad y puede provocar insuficiencia renal, anemia y alteraciones neurológicas severas. 400 nuevos casos por año convierten a Argentina en el país de mayor incidencia en el mundo.

El SUH es más frecuente en niños que en adultos, y es una enfermedad grave que puede contraerse en cualquier época del año, aunque se da con mayor frecuencia durante los meses cálidos. Si bien la carne vacuna es la principal fuente de contagio, el consumo de lácteos, los jugos de fruta no pasteurizados, frutas o verduras mal lavadas, o el agua contaminada también pueden desencadenar la enfermedad.
Entre los principales síntomas, presentados durante los primeros días de desarrollo de la enfermedad, se deben tener en cuenta los siguientes para motivar la consulta médica:

– Diarrea
– Sangre en las heces
– Irritabilidad
– Debilidad
– Letargia
– Heces con olor fétido
– Disminución de la orina
– Palidez
– Distensión abdominal o aumento en el perímetro abdominal (debido al agrandamiento del hígado y del bazo)
– Magulladuras
– Erupción cutánea en forma de pequeños puntos rojos (petequias)
– Coloración amarillenta de la piel (ictericia)
– Disminución del nivel de estado consciente

Como medidas importantes de prevención los especialistas recomiendan:

– Asegurar la correcta cocción de la carne; la bacteria se destruye a los 70 °C. Esto se consigue cuando la carne tiene una cocción homogénea. Prestar especial atención al interior de preparados con carne picada.
– Se sugiere que los menores de 3 años no ingieran hamburguesas caseras o compradas, ni de locales de comidas rápidas.
– Tener especial cuidado con la cocción de la carne picada, ya que generalmente se cocina bien la parte superficial, permaneciendo la bacteria en el interior. El jugo de la carne picada bien cocida, debe ser completamente translúcido.
– Utilizar distintos utensilios de cocina para cortar la carne cruda que aquellos que se utilizan para trozarla antes de ser ingerida.
– Evitar el contacto de las carnes crudas con otros alimentos (contaminación cruzada).
– Controlar el uso de leche y derivados lácteos correctamente pasteurizados y conservar la cadena de frío.
– No consumir jugos de fruta no pasteurizados.
– Lavar cuidadosamente verduras y frutas.
– Asegurar la correcta higiene de las manos (deben lavarse con agua y jabón) antes de preparar los alimentos.
– Lavarse las manos con agua y jabón luego de ir al baño.
– Utilizar natatorios habilitados para tal fin.
– No bañarse en aguas prohibidas.
– Higienizarse adecuadamente con agua y jabón luego de tener contacto con animales domésticos y principalmente con los de granja o su morada.
– Consumir agua potable; ante la duda, hervirla.

En el caso que la persona haya sido diagnosticada con SUH, debe tenerse en cuenta la precaución ante la vía de contagio de persona a persona, la cual se produce por contacto directo con la materia fecal del infectado. Es una máxima el lavado exhaustivo de manos con agua y jabón luego de ir al baño, y antes de manipular cualquier tipo de alimento.

El paciente con diagnóstico de SUH debe ser internado, ya que las complicaciones pueden alcanzar y afectar severamente el sistema renal (insuficiencia renal aguda, hematuria, hipertensión arterial, proteinuria) gastrointestinal (estrangulación o perforación, pancreatitis, colitis severa) o neurológico (estado mental alterado, signos neurológicos focales).

Las experiencias con tratamientos farmacológicos, como anticoagulantes y antitrombóticos, sólo lograron resultados limitados en el tratamiento del síndrome, y los antibióticos son contraindicados por la ineficacia, al generar efectos inflamatorios contraproducentes.
Sugerimos acudir a un médico especialista en caso de presentar alguno de los síntomas mencionados previamente y esperar la opinión profesional antes de medicarse.

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