CONSERVÁ LOS BUENOS HÁBITOS ADQUIRIDOS EN CUARENTENA

CONSERVÁ LOS BUENOS HÁBITOS ADQUIRIDOS EN CUARENTENA

Hay acciones que descubrimos durante el confinamiento que pueden mantenerse activas una vez que dejemos de estar encerrados, pero ¿cómo?


Desde que comenzó el aislamiento preventivo tal vez estás haciendo ejercicios físicos con frecuencia o practicando yoga de manera constante. Estás teniendo más videollamadas con amigos o incluso durmiendo mejor, porque descubriste cuál es el mejor horario para tu cuerpo. ¿Cómo conservar estos nuevos hábitos positivos al reincorporarte al mundo, tras los confinamientos por el COVID-19?

Por desgracia, la ciencia dice que vamos a tener que volver a aprenderlos cuando retomemos el horario que teníamos antes de la cuarentena. Es que cuando volvemos a un viejo contexto, aunque ya haya pasado un buen tiempo, se activan los hábitos anteriores y estos entran en conflicto con los nuevos que incorporamos hace poquito. Pero la buena noticia es que existen algunas estrategias que pueden ayudarnos a mantenerlos y a no “olvidarnos” de todo lo que nos hizo bien en cuarentena.

Un ejemplo lo da la corredora y activista Alison Mariella Désir, quien en 2012 atravesó una depresión mientras se preparaba para una maratón. Ella dice que “todos los factores que ayudan a conservar la salud mental, como la disciplina, la sensación de libertad, la sensación de comunidad y la conexión con algo superior a uno” fueron los factores que la mantuvieron entrenando. “Es importante que sepas cuál es tu motivación porque entonces puedes alimentarla”, explicó.

Y la ciencia le da la razón. Gabriele Oettingen, profesora de Psicología en la Universidad de Nueva York, recomendó que, mediante un proceso llamado “deseo, resultado, obstáculo, plan”, te preguntes qué sería lo más valioso para vos. Te planteás un deseo específico después de la cuarentena y luego visualizás claramente el principal resultado positivo al cumplirlo, así como los posibles obstáculos, que podrían ser cosas como un antiguo hábito nocivo. Al experimentarlo en tu mente con anticipación, podés evaluar si eso se adapta a la vida que se está reactivando, así como se adaptó a tu vida en la cuarentena.

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