Riesgos del exceso de videojuegos en la infancia

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La preocupación por los daños que puede causar el exceso de horas dedicadas por los jóvenes a los videojuegos, está definiendo nuevas políticas y restricciones en todo el mundo, muchas de las cuales incluso avanzan sobre las libertades individuales. Solo por citar un ejemplo concreto, el Gobierno de China está implementando reglamentaciones que instan a los padres a controlar, con un límite de 3 horas semanales, el uso de videojuegos por parte de sus hijos menores de 18 años. También se prohíbe jugar durante la semana, a excepción de los viernes, sábados y domingos por la noche, y solo una hora cada día.

Si a esto le sumamos los controles que realiza el país en la red de Internet y la prohibición de la plataforma Twitch (que se usa para transmitir en vivo cómo otros juegan a los videojuegos), podemos afirmar que China se toma muy en serio la salud mental y social de los jóvenes. Es que las cifras a nivel mundial respecto al abuso de los videojuegos son realmente alarmantes.

Una investigación realizada por economistas en varias universidades estadounidenses reveló que los jóvenes varones de entre 21 y 30 años están menos interesados en trabajar y preferirían pasar más tiempo en su mundo informático, especialmente jugando videojuegos.

Principales riesgos del exceso de videojuegos

Las preocupaciones por la adicción y los problemas de salud mental relacionados con los juegos son muy grandes en todo el mundo. La Organización Mundial de la Salud añadió en 2019 a los juegos digitales adictivos a su “Clasificación Internacional de Enfermedades”. Además, ya se puede identificar al “desorden por videojuegos” dentro de los problemas mentales registrados por la OMS.

Por su parte, investigadores de Hong Kong han dicho que aún no se puede sacar una conclusión exacta sobre el impacto de los videojuegos en la salud de los niños y niñas, pero ya existen indicios de que su abuso disminuye el rendimiento escolar y atenta contra las relaciones cara a cara.

La psicopedagoga Mariela Caputo explicó en una nota a TN Salud que hay cosas muy positivas en el uso adecuado de los videojuegos, como por ejemplo la estimulación funcional y el desarrollo de habilidades cognitivas básicas para el aprendizaje (como la atención, la percepción y la memoria). Pero alertó que, utilizados en exceso, pueden producir cierta adicción, estrés, comportamientos antisociales, vista cansada, problemas de oído, dolores de espalda y otras lesiones musculoesqueléticas.

La adicción a un videojuego está asociada directamente con el sistema de recompensa del cerebro, que espera recibir un tipo de satisfacción y placer ante un logro adquirido. Muchos juegos están diseñados para esto, de manera que el usuario siga consumiéndolos. De esta forma se va ingresando en un círculo vicioso intenso, que genera grandes cantidades de dopamina y llevan al niño/a o adolescente a un estado de euforia, que lo puede inducir a sentir apatía y ansiedad.

Además, “cuando hay un exceso de dopamina, el cerebro induce al cuerpo a llevar a cabo movimientos innecesarios, como los tics repetitivos”, sentencia la Lic. Caputo. levitra cijena

Fuente Consultada: TN Salud

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